jueves, 26 de junio de 2014

Déjate besar

Cada mañana te espero. En silencio. Apenas me atrevo a respirar… No espero que sientas nada extraño. Te veo y me gustaría escapar pero son mis pies los que se aferran al suelo, mi cuerpo se resiste a dejar pasar otra oportunidad. Es entonces cuando siento que puedes escuchar mi propio deseo.
Los minutos se alargan mientras repaso con esmero cada una de las cuentas de mi alegre collar. Intento parecer distraída. Busco aparentar que no he notado tu presencia. Y es entonces cuando te vas. La sala de espera se torna más fría si cabe. Mi corazón se apaga y emigran las mariposas que jugaban dentro de mí. De repente, puedo volver a respirar.
¿Es amor lo que siento? Sueño y anhelo. Y cuando sueño recupero la sonrisa que la vida me robó. Sin querer, despertaste en mí un deseo que a duras penas consigo ocultar. Dame una oportunidad. Déjate besar.

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